DE LOS FELICES 20 A LA GUERRA CIVIL
1925/1939
Como sugiere el título de la novela de Hemingway, “París era una fiesta”. El escritor y periodista estadounidense retrata en su obra los años dorados, salvajes y fructíferos de su juventud en la capital francesa de los años 20, en compañía de escritores como F. Scott Fitzgerald, Gertrude Stein y Ezra Pound, la llamada “generación perdida”.
Durante los primeros decenios del siglo, un hervidero de jóvenes escritores, artistas y músicos de todo el mundo se congregaron en los bohemios barrios de Montmartre y Montparnasse. Las luces del Moulin Rouge y de otros clubes nocturnos alumbraban la noche parisina, donde el jazz fluía en las calles. La moda era protagonista, con Coco Chanel definiendo la elegancia de la época con su estilo ‘flapper’. En 1925, la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industriales Modernas marcaba el nacimiento del estilo Art Deco, que ejerció una notable influencia en la arquitectura, el diseño de interiores y la moda a escala global.
Coincidiendo con la Exposición Internacional de Artes Decorativas e Industriales Modernas, el Sindicato de la Prensa Técnica, Industrial, Comercial y Agrícola de Francia organizó el I Congreso Internacional de Prensa Técnica que tuvo lugar del 30 de septiembre al 4 de octubre de 1925 en el Cercle de la Librairie, en el Boulevard Saint-Germain.
El Congreso, presidido por Hipólito Mounier, presidente del Sindicato francés, contó con la asistencia de congresistas de 25 países y representó a 3.000 publicaciones. El aspecto más trascendente fue la adopción por parte de editores de toda Europa, incluidos los de prensa técnica en España, del acuerdo unánime de fundar la Federación Internacional de la Prensa Técnica (FIPT), actual Federación Internacional de Publicaciones Periódicas (FIPP).
En la fundación de la FIPT destaca la participación de siete representantes españoles que asistieron a título personal, ya que en ese momento no existía ninguna entidad de prensa profesional en el país. Las publicaciones representadas por esos editores incluían “Automóvil-Comercio”, “Cataluña Textil”, “El Arte de Curtir”, “Electricidad, Mecánica y Fundición”, “El Progreso Fotográfico”, “Ingeniería y Construcción” y “Técnica”.
En la documentación que se ha conservado no figuran los nombres de los asistentes, pero se sabe que estuvo presente Teodoro Colomina Cases, director de la revista “Electricidad, Mecánica y Fundición”, uno de los principales ideólogos en la constitución y consolidación de la FIPT junto a Mounier, que, además de presidente de la Federación, poco después se convertiría en presidente y fundador de la Asociación Española de Prensa Técnica (AEPT).
El promotor del I Congreso Internacional de Prensa Técnica fue Hipólito Mounier, que en 1925 ocupaba la presidencia del Sindicato de la Prensa Técnica, Industrial, Comercial y Agrícola de Francia. Mounier había nacido en Champigny en 1864. Quedó huérfano a los 16 años y comenzó a trabajar en una imprenta. A partir de 1886 fue apoderado de la editorial de anuarios industriales internacionales Camille Rousset. En 1914 fundó la revista “L’Industrie Chimique” y en 1924 fue elegido presidente del sindicato, del que pasaría a ser, desde 1926, presidente honorario.
Teodoro Colomina, nacido en 1884, era un hombre de múltiples talentos y poseía una formación académica sólida. Licenciado en ciencias, ingeniero mecánico y electrónico, ocupaba el rango de comandante de artillería. Colomina destacó como promotor y miembro en diversas organizaciones, tanto antes como después de la creación de la AEPT. En particular, ocupó el cargo de presidente y fue el fundador de la Asociación Técnica de Estudios Metalúrgicos. Además dirigía la revista “Electricidad, Mecánica y Fundición”. Posteriormente, también estaría al frente de publicaciones como “S.T.A.” y “Técnica Metalúrgica”. Su amplio conocimiento y compromiso con la industria y la técnica lo convirtieron en una figura influyente en el campo de la prensa técnica y la metalurgia en España.
La prensa técnica europea se reúne por primera vez en España en 1929
El año 1929 marcó un momento importante en la historia de la prensa técnica, puesto que Teodoro Colomina fue nombrado presidente de la FIPTP, y España asumió la responsabilidad de organizar el V Congreso Internacional de Prensa Técnica.
El V Congreso tuvo un triple escenario: Barcelona, Madrid y Sevilla, coincidiendo con la Exposición Internacional de 1929 en Barcelona y la gran Exposición Iberoamericana en Sevilla. En el evento participaron representantes de 25 naciones, con cerca de 300 congresistas, de los cuales más de 150 eran españoles. Destacó la presencia de 18 delegados de 13 países iberoamericanos, lo que constituyó una absoluta novedad. Además, se creó un Comité de Honor encabezado por el general Primo de Rivera, presidente del Consejo de Ministros, que contó con 42 miembros incluyendo a J. M. España, como cofundador de la AEPT.
La inauguración del congreso estuvo a cargo, en representación del general Primo de Rivera, del secretario general de Asuntos Exteriores, el embajador E.M. de Palacios, y tuvo lugar en la Sala de Actos del Palacio de la Agricultura de la Exposición Internacional de Barcelona. La mesa presidencial contó con la presencia de las principales autoridades regionales y locales, varios delegados de gobiernos extranjeros, así como representantes de organismos internacionales. Durante su discurso, Mounier abordó dos temas destacados: la libertad de circulación de la prensa técnica en el mundo y la cuestión postal, para cuya solución se ponía como ejemplo el régimen existente entre España e Hispanoamérica.
El congreso fue un éxito y tuvo gran notoriedad a nivel internacional, pero apenas un mes después de haberse clausurado, estalló la gran crisis en la Bolsa de Nueva York. Esto marcó el comienzo de un prolongado período en el que mantener una revista técnica en funcionamiento, tanto a escala mundial como en España, se convirtió en una tarea heroica.
En el volumen que recopila la crónica y los trabajos del V Congreso Internacional, el mayor de los editados por la Federación con motivo de sus encuentros internacionales, figura un autógrafo del general Primo de Rivera, marqués de Estella, presidente del Consejo de Ministros en 1929 y presidente de Honor del V Congreso Internacional. Su mensaje decía:
“He tenido gran satisfacción en presidir la clausura del V Congreso de Prensa Técnica Mundial, porque ello me ha permitido conocer bien la importancia de esta actividad destinada a difundir la cultura técnica sin mezcla de las pasiones ni de política que suelen dividir a los hombres, llamados a unirse por lazos de amor y cultura”.
Madrid, 21 de septiembre de 1929.
Publicación en 1935 del primer anuario de la AEPT
VER PDF 1935 I AnuarioTras la crisis económica de 1929, el panorama de la prensa técnica recibió un golpe significativo, con más cierres que nuevos lanzamientos de revistas. Las publicaciones mensuales seguían siendo predominantes y Barcelona se mantuvo como un centro editorial clave, destacándose por la creación de publicaciones en catalán, aunque muchas tuvieron una vida corta debido a las circunstancias históricas.
En este contexto, en 1935 se publicó el primer Anuario de la Asociación Española de Prensa Técnica y Profesional (AEPTP). Además de las publicaciones españolas, el Anuario incluía también listados de las publicaciones afiliadas a la FIPT de los siguientes países: Alemania, Austria, Bélgica, Francia, Hungría, Italia, Polonia y Suiza. Asimismo, contenía los estatutos de la AEPTP, destacando los artículos 1 y 2, que establecían las bases y objetivos de la Asociación, proporcionando una estructura formal y un reconocimiento institucional para la prensa técnica en un momento de grandes desafíos y cambios en el sector.
La AEPTP, desde su constitución, ha abogado por la prensa técnica como vehículo fundamental para la transmisión de conocimiento especializado. Este propósito, plasmado en sus estatutos originales, pervive en la actualidad, cuando las publicaciones continúan siendo un pilar en la formación y actualización profesional. Con una vocación internacional desde sus orígenes, la AEPTP ha fomentado la conexión de la prensa profesional española con los avances globales. Asimismo, ha actuado como plataforma de promoción para sus miembros, organizando eventos y exposiciones que han visibilizado las publicaciones técnicas y facilitado la colaboración entre los asociados. En este sentido, el interior de la portada del Anuario alberga una serie de recomendaciones, dirigidas a las empresas anunciantes, que a pesar del paso del tiempo, siguen siendo pertinentes. Entre otras, destacan las siguientes: “No busque publicidad barata, escoja revistas serias y pague un precio razonable por los anuncios”, “Anuncie de manera consecuente. Es mejor la propaganda en pocas revistas que las apariciones esporádicas en gran número de ellas”.
Azaña y Companys presiden en 1936 el I Congreso Nacional de la Prensa Técnica
En 1936, once años después de la creación de la Asociación, se celebró el I Congreso Nacional de la Prensa Técnica, bajo la presidencia de honor de Manuel Azaña, presidente de la República Española, y de Lluís Companys, Presidente de la Generalitat de Catalunya. Este congreso, organizado por la AEPT, tuvo lugar del 4 al 7 de junio en Barcelona, en el marco de la IX Feria Internacional de Muestras de esta ciudad, con la asistencia de 80 congresistas que representaron a 58 publicaciones. Cinco semanas después estallaría la Guerra Civil.
Al revisar los temas abordados en este primer Congreso se observa que muchas de las inquietudes de aquella época permanecen vigentes en la actualidad, como la voluntad de acercar la innovación a los editores, el rigor en la elaboración de los contenidos, la vocación internacional de la Asociación, o la representación y defensa de los intereses del sector. Basten algunos ejemplos de las ponencias presentadas en las jornadas para constatarlo: «La difusión de las novedades e inventos en la Prensa Técnica» (L. Andreu), «Situación de la Prensa Técnica en el mundo» (M. Viada), «La circulación internacional de las publicaciones técnicas y profesionales» (A. Portabales), «Los Servicios de Correos y la Prensa Técnica» (R. Bori), «La marca de calidad. Conveniencia de que la Prensa Técnica contribuya a su implantación y secunde su desenvolvimiento» (M. Vidal) o «La publicidad en la Prensa Técnica y su modernización» (R. Bori).
Esta fructífera primera etapa en la vida de la Asociación se interrumpió abruptamente con el comienzo de la Guerra Civil. Ya no se pudo celebrar el II Congreso Nacional en Madrid en 1938, tal como se había acordado, y tampoco iban a tener lugar los siguientes congresos cada dos años.
VER PDF 1936 I Congreso Nacional de Prensa TécnicaAl ritmo de los tiempos
El impacto de la Guerra Civil (1936-1939)El levantamiento militar contra el gobierno democrático de la Segunda República en julio de 1936 marcó el inicio de la Guerra Civil española, que se prolongó hasta 1939 y dio paso a la dictadura liderada por el general Francisco Franco, que perduró hasta el fallecimiento de este en 1975. Tras el final de la contienda, los diarios y revistas quedaron bajo la regulación de la Ley de Prensa de 1938, en la que se concebía el periodismo como un instrumento al servicio del Estado, destinado a promover la unidad política y religiosa que se buscaba en la era franquista. A partir de su implementación, los periodistas se vieron obligados a servir a los intereses del gobierno, transmitiendo sus órdenes y directrices de manera obligatoria. Para alcanzar estos objetivos, la normativa utilizaba diversos mecanismos, como la censura previa, las consignas, el registro de periodistas, la designación de directores de periódicos y la regulación de la cantidad y la extensión de las publicaciones existentes. Esta ley se mantuvo en vigor hasta 1966, funcionó como un instrumento de control y orientación del periodismo. Durante los años de la Guerra Civil desaparecieron numerosas revistas profesionales y la mayoría de las que lograron sobrevivir se establecieron en Madrid. |
Cuando estalló la guerra, medio millón de personas abandonaron su patria, cruzaron los Pirineos y se establecieron en el país vecino. El distrito XIX de París, junto con otros populares como el X o el XX, acogieron a una parte significativa de los exiliados españoles que se instalaron en la capital francesa después de la guerra. Esta estampa contrastaba profundamente con la del París cultural y artístico de 1925 con la que iniciamos esta historia. Los exiliados españoles formaron comunidades en la capital francesa y continuaron su lucha desde el extranjero. París se convirtió en un centro de actividad política en el que surgieron movimientos de resistencia, se publicaron periódicos y revistas clandestinas, y se siguió apoyando la causa republicana en España. París fue un refugio para aquellos que buscaban la libertad y la justicia en un mundo que se abría camino a la dictadura, un período que será abordado en el siguiente capítulo, ya de regreso a la España de los primeros años franquistas.