El defensor del lector es una pieza que algunas redacciones de periódicos y revistas ya han empezado a poner en práctica. Es el encargado de comunicarse con los lectores, escuchar sus sugerencias e intentar aplicarlas en el funcionamiento del medio.

La existencia del defensor del lector fue amenazada por las pasadas crisis pero es una apuesta que vuelve fuerte, con el objetivo de afianzar la confianza de los lectores en los medios. Con un analista veterano que recoja y haga caso a los mensajes del público, el medio demuestra que es flexible y responde a las necesidades de sus usuarios.

Si los lectores son escuchados y ven cambios que les benefician, pueden depositar la confianza en unos medios que hoy en día parece que se rigen únicamente por el beneficio económico y no por el servicio público de garantizar el derecho a la información de los ciudadanos.

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