Sin duda el fenómeno del verano ha sido la fiebre del Pokemon Go, la aplicación gratuita para móvil que combina la realidad aumentada y el videojuego. La app ya cuenta con 100 millones de usuarios en todo el planeta.

Gracias a la función de geolocalización del teléfono, el jugador puede ver aparecer a su alrededor los Pokémon y “cazarlos” pasando el dedo por la pantalla. La app incluye Pokeparadas, lugares donde se concentran más pokemons y que se ubican en lugares reales y cotidianos y también en monumentos o puntos emblemáticos.

Para las tiendas y pequeños negocios, tener cerca un gran número de transeúntes buscando pokemons significa más clientes potenciales. Por este motivo, algunos comerciantes han optado por la posibilidad de comprar un cebo, una suerte de señuelo que atrae Pokemons. Por 10 dolares se puede poner un cebo cerca durante 24 horas y así incrementar exponencialmente los visitantes y las las ventas. Por ejemplo, el Zoo de Denver invirtió 380 euros en cebos durante un fin de semana y aumentó la venta de entradas en 58.000 dólares gracias a los usuarios de Pokemon Go.

Más allá de una moda pasajera, el fenómeno de Pokemon ha abierto el camino a nuevas formas de publicidad que combinan el entorno real con el virtual y que iremos viendo cada vez más en el futuro.

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